El paraíso perdido





Por Elizabeth Pérez Pérez
Periodista


En la retina de algunos llaneros aún vibran esos territorios selváticos tupidos de árboles, aves de múltiples colores con sus cantos exuberantes, y agua, mucha agua. Ah…, y un aire puro que solo se respira en medio de tanto verde.

En medio de ese paraíso creció y aprendió a querer esta tierra Julio César Rivera, “aprendiz de ambientalista”, como él se define, y director del periódico Tierra Mágica.

“Ahora cada vez necesito ir más lejos para poder fotografiar pájaros, árboles, flores y otras especies propias de la selva”, dice nostálgico.

En 20 años, de 1983 a 2003, “se perdió el 30.7 por ciento de la cobertura vegetal del departamento –Meta-, es decir, aproximadamente 2.6 millones de hectáreas”, advirtió alarmado el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi.

Viajábamos hacia el municipio de Puerto Rico. “Todo esto era selva”, me dijo. Ahora son potreros para ganadería o extensos sembrados de palma africana. Y más hacia adentro, mucha de esa selva ha desaparecido para darle paso a plantaciones de coca.

La ‘Boca ‘e monte’ es ahora solo un nombre, del que pocos recuerdan su significado. Era la manera de decir que de ahí hacia adelante seguía la selva amazónica. La llegada era al municipio de Granada. Ahora es necesario conducir hasta San José del Guaviare para encontrarse con esa ‘Boca’ llena de misterios inexplorados, pero de la que se tiene certeza que es el ‘pulmón del mundo’.

Mientras corre el año 2016, aparece otra amenaza para estos territorios metenses: 10 empresas petroleras cuentan con licencia para explorar y explotar petróleo en el Área de Manejo Especial de La Macarena –AMEM-, al suroccidente del departamento.

Y aunque las comunidades buscan lograr la revocatoria de esas licencias, igual como sucedió con Hupecol en abril de este año, que quería extraer petróleo en el llamado bloque Serranía, que ponía en riesgo a Caño Cristales, uno de los ríos más bellos del mundo, el reciente anuncio del presidente de Hocol, filial de Ecopetrol, encendió de nuevo las alarmas.

Tal vez las próximas generaciones solo verán esas bellezas del ‘paraíso perdido’ en las fotografías plasmadas en esa Tierra Mágica que desde hace 19 años publica Julio César.

Es como si aún rondaran por los caminos del Llano los conquistadores españoles, prestos a cumplir con la orden impartida en la Real Cédula del 15 de julio de 1559, que promulgó “la necesidad de ocupar las selvas y los llanos”, según se lee en el libro Villavicencio, dos siglos de historia comunera, de la historiadora Nancy Espinel Riveros.



El paraíso perdido El paraíso perdido Reviewed by Elizabeth Pérez on 20:25 Rating: 5

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.